por Juan Vergillos

PREMIO NACIONAL DE FLAMENCOLOGÍA

Ha publicado novelas, ensayos, libros divulgativos, relatos, poemas y letras de canciones. Ha escrito y dirigido espectáculos de danza y de cante flamenco. Ha dirigido festivales de flamenco y otras artes escénicas. Ha ofrecido conferencias, talleres y espectáculos en teatros, festivales, colegios y universidades de Europa y América. Colabora habitualmente en la prensa generalista y especializada. Dirige el blog Vaivenes Flamencos.







miércoles, 7 de abril de 2010

Nuevo disco de Cancanilla

Cancanilla demuestra en su nuevo disco lo enorme cantaor que es, lo bien que está de voz. Así lo comprobamos en uno de sus estilos favoritos, los aires festeros, con tres deliciosas entregas por bulerías. Una voz caliente, íntima, esencial, entregada, dionisiaca. Enorme dominio rítmico, que demuestra en los trabalenguas, en un disco grabado en directo, es decir, sin edición posterior que no sea el puro cante, de principio a fin.

Pero no sólo de fiesta se alimenta el cante de Cancanilla. En la bulería por soleá, nos informa Ramón Soler en el libreto, hace los estilos característicos de este cante: Frijones, La Moreno y El Gloria. Un estilo airoso que se ajusta a la perfección al estilo emotivo de Cancanilla. Por soleá, de nuevo según Soler, las querencias de Cancanilla recorren el arco melódico de Cádiz a Alcalá de Guadaíra, es decir, de El Mellizo a Joaquín el de la Paula, pasando por Frijones, Joaniquín, La Serneta e Yllanda. Algunas letras nos retrotraen a los romances fronterizos de la Edad Media y el Renacimiento. Espléndida la serie que interpreta junto a Antonio Moya, variada de melodía y entregada y lírico el toque: un gran contrapunto a la afilada visceralidad de la voz. La variedad y amplitud de repertorio la demuestra Cancanilla con cantes de Chacón y El Rojo el Alpargatero por malagueñas y cartageneras, igual de entregado que en los cantes más rítmicos.

He dejado para el final el comentario de los tres maravillosos cantes en los que Cancanilla se hace acompañar de la guitarra solemne del gran Juan Habichuela, mito vivo del mejor toque de todos los tiempos. Un estilo demorado que va a lo básico para un monumento a la melancolía llamado soleá de Cádiz y Alcalá. No es sólo que el patriarca de la saga Habichuela esté en plena forma. Es que no se puede acompañar mejor al cante: delicadeza, empatía y unas falsetas trenzadas como finas cuentas de una joya. En los fandangos se acuerdan de Antonio el de la Calzá. Hirientes y esenciales se muestran ambos en la seguiriya.

Antonio Moya aporta su estilo sencillo, naif, entregado al cante, mientras que Chaparro resulta más austero. El cuarto guitarrista incluído en el disco es Juan Carmona, que acompaña a Cancanilla en la tercera ristra de bulerías.

En el libreto que acompaña esta excelente edición crítica, Ramón Soler Díaz es el encargado de hacer la más completa biografía del cantaor hasta la fecha, así como de presentarnos los cantes respectivos. Además de la documentación señalada, el disco aporta una completa trascripción de las letras, además de abundante documentación gráfica.
El disco ha sido editado por la madrileña El Flamenco Vive que, como he dicho en más de una ocasión, es más bien una ONG flamenca que una discográfica al uso: por la sensibilidad y el cuidado que pone en sus ediciones, siempre críticas, es decir, documentando el material sonoro y los intérpretes, con ensayos de los especialistas más indicados. Recordamos con pasión los inéditos que nos ofrecieron en el pasado de Antonio el Chaqueta o Luis el de la Pica. Así que, enhorabuena otra vez a El Flamenco Vive.


En las imágenes, portada del disco, el cantaor en su faceta de bailaor y acompañado por Juan Habichuela. Fotos cortesía de El Flamenco Vive.

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